viernes, noviembre 16, 2007

Quilmes salió un poquito más decidido en la segunda mitad y con algo más de claridad.

En la primera aproximación que tuvo al área rival, convirtió.
Fue a los 11 minutos y llegó tras una pelota parada:
" Tiro de esquina de Olivares desde la derecha, rechazo a medias de cabeza de la defensa local, que dejó la pelota en el borde del área. La tomó Jorge Medina, levantó la cabeza, apuntó y la clavó abajo, contra el palo derecho del arquero Martín Bernacchia: 1 a 0." Quilmes se ponía en ventaja en la primera jugada de riesgo del partido, y a partir de allí iba a empezar a manejar la pelota con mayor tranquilidad, como lo hizo en la victoria ante Almirante.
Pero esa tranquilidad duró apenas seis minutos. Porque cuando Quilmes era más, perdió una pelota en el medio a los 16, Damián Musto derribó de atrás a Víctor Figueroa y el árbitro le sacó roja directa.
Expulsado el volante cervecero y diez hombres para aguantar la media hora que quedaba. Y nunca mejor dicho aguantar , porque desde ese momento, Chacarita se empezó a ir encima del Cervecero. Entraron Cristian Alfaro y Matías Alustiza, y el local comenzó a acumular gente en ataque.
Chacarita iba una y otra vez, por derecha, por izquierda y por el medio, mientras que Quilmes aguantaba y dejaba sólo a Diego Ceballos para la contra.
A los 19, Marcelo Guzmán ingresó por Sergio Marclay, pasando el equipo a pararse 3-4-1-1. El local seguía avanzando, entonces a los 27 entró Germán Alemanno por un agotadísimo Diego García en la derecha. Chacarita no aflojaba, y a los 30 Andrés Manzanares entró por Olivares, se paró de lateral derecho y se armó la línea de cuatro en el fondo, quedando Quimes parado con un 4-4-1.
Todos atrás y Ceballos solo en el ataque, peleando con todos. Sin embargo, el local no generaba peligro. Amontonaba gente arriba, metía centros y más centros, pero Marcelo Pontiroli y la última línea sacaba todo.
El local no podía entrar, hasta tal punto que la única llegada fue un remate de Alustiza de afuera, que se fue cerca. Nada más. Todo Quilmes aguantó el asedio hasta el final y se quedó con un triunfo importantísimo.
El Cervecero ganó un partido clave. Quizás no tan merecido por el trámite, porque el primer tiempo fue parejo y malo, y en el segundo Quilmes fue más en los primeros quince, cuando hizo el gol, y después, tras quedarse con diez hombres, sufrió el asedio del local durante la última media hora. Pero el trabajo de todo el equipo en la marca, la concentración y el sacrificio, evitó que Chacarita generara peligro.