Quilmes empató 1 a 1 ante Unión de Santa Fe como visitante, en el partido que abrió la decimonovena fecha del Torneo de la Primera “B” Nacional. El gol lo convirtió Héctor Sosa. “El Cervecero” empezó perdiendo en un partido que pintaba complicado, pero pudo igualarlo en el primer tiempo y mejorar en el segundo, pudiendo haberlo ganado. Con el punto, Quilmes terminó el año asegurándose el segundo puesto en el torneo, lugar que en el final del campeonato significaría el ascenso directo. Buen cierre del 2007 para “El Cervecero”. 
Cancha difícil, rival difícil, partido difícil. A priori, el punto era un buen resultado. Y si Unión es quien domina en el primer tiempo y es quien abre el marcador, más valioso es un empate todavía. Y así fue. Porque Quilmes igualó 1 a 1 en Santa Fe, le sacó tres puntos (con mejor diferencia de gol) a Chacarita y se aseguró el segundo puesto, por lo que termina el año en posición de ascenso directo.
El partido empezó con Quilmes intentando plantarse en campo rival. Sin embargo, el que tomó la pelota y salió más decidido fue Unión, que de a poco se fue metiendo en campo contrario. Los volantes santafesinos eran más veloces y llegaban por los costados, mientras que a Jorge Medina y a Esteban García se les hacía difícil recuperar en el medio, por lo que el local atacaba con superioridad numérica cuando enfrentaba a la línea de tres del “Cervecero”. Así fue como a los 9 minutos, Martín Zapata apareció solo en la derecha, se metió en el área y remató por arriba perdiendo un gol increíble. Quilmes sólo encontraba claridad con los desbordes de Diego Sequeira, como a los 13, cuando el carrilero metió un centro atrás que tomó Germán Alemanno en el primer palo, remató cruzado y la pelota se fue muy cerca del palo derecho del arco de Unión. El partido era dinámico y de ida y vuelta, pero era el local el que tenía más claridad y llegaba con mayor profundidad. Y a los 21 encontró la ventaja. Marcelo Flores metió un centro desde la izquierda, Leandro Zárate anticipó a Héctor Sosa en el primer palo y con un fuerte cabezazo puso el 1 a 0. El local era un poco más y empezaba a ganar el partido merecidamente. Lejos de aflojar, Unión siguió buscando, superando a Quilmes en el medio y llegando al área. “El Cervecero” atacaba en cuentagotas, sobre todo cuando se equivocaba el fondo local. Así fue a los 24, cuando Diego Ceballos robó una pelota en el área de Unión, quedó mano a mano con el arquero Luis Assef y tapó bien el uno. Pero de a poco, Adrián Giampietri empezaba a manejar más la pelota, Sequeira seguía desbordando y “El Cervecero” emparejaba el partido. A los 45 minutos, Ceballos volvió a encontrar un balón en el área, esta vez tras una pelota parada y el adelantamiento fallido del fondo local, y Assef la mandó al tiro de esquina. Y de ese córner, a los 46, llegó el empate. Giampietri lo tiró pasado desde la derecha, apareció en el segundo palo Ceballos para bajar de cabeza la pelota al medio, y Héctor Sosa, como venía, la tomó de zurda para clavar la pelota abajo, contra el palo izquierdo del arquero: 1 a 1. Unión sacó del medio y se acabó el primer tiempo. Quilmes lo terminó empatando de manera merecida, cuando había emparejado el partido, aprovechando los errores del fondo local. Aunque después de cuarenta y cinco minutos, daba la sensación de que Unión se iba a los vestuarios dejando una imagen más sólida que la del “Cervecero”.
Mejoría y seguridad
En la segunda mitad Quilmes salió decidido a ser protagonista, sobre todo con la confianza del gol convertido sobre el final de la primera etapa. Pero una vez más Unión iba a buscar y comenzaba a aproximarse al área cervecera. Quilmes se defendía bien y salía de contraataque. A los 12 llegó Unión, con una media vuelta de Zárate que tapó bien Marcelo Pontiroli. Luciano Rodríguez ingresó por Alemanno para buscar variantes en ataque, y un rato más tarde Damián Musto ingresó por un agotado Sequeira. El partido era parejo pero nada aburrido, porque ninguno de los dos se conformaba con el empate y se hacía de ida y vuelta. A los 24 lo tuvo Quilmes, cuando Luciano Rodríguez metió un centro desde la derecha, cabeceó Ceballos y Marcelo Mosset sacó la pelota en la línea. Giampietri, cansado, le dejó su lugar a Juan Olivares. Quilmes seguía siendo peligroso en los contraataques, más allá de no ser quien tenía más la pelota. Unión avanzaba tímidamente, y la última línea cervecera sacaba todo. A los 32 volvió a llegar el local, cuando luego de un centro de la derecha, Ignacio Canuto apareció solo y cabeceó afuera. Pero a cada ataque de Unión, le sobrevenía uno del “Cervecero”. Contra de Quilmes, Luciano Rodríguez le bajó la pelota en el área a Olivares, el remate se desvió y se fue cerca. En los minutos finales, lejos de conformarse con el punto, los dos fueron a buscar la victoria, pero quizás fue Quilmes quien terminó siendo un poco más incisivo y generando las jugadas de mayor peligro, aunque no le alcanzó para ganar y el encuentro se terminó en empate.
El empate fue un resultado justo, porque Unión fue más en el primer tiempo y Quilmes lo superó en el segundo. Al desorden y la falta de ideas de la primera parte, le sobrevino la claridad, seguridad, concentración y oportunismo del equipo en el segundo tiempo. De haber estado más acertado en los ataques, lo podría haber ganado. Pero en definitiva el 1 a 1 le terminó sentando bien al partido.
Cancha difícil, rival difícil, partido difícil. A priori, el punto era un buen resultado. Y si Unión es quien domina en el primer tiempo y es quien abre el marcador, más valioso es un empate todavía. Y así fue. Porque Quilmes igualó 1 a 1 en Santa Fe, le sacó tres puntos (con mejor diferencia de gol) a Chacarita y se aseguró el segundo puesto, por lo que termina el año en posición de ascenso directo.El partido empezó con Quilmes intentando plantarse en campo rival. Sin embargo, el que tomó la pelota y salió más decidido fue Unión, que de a poco se fue metiendo en campo contrario. Los volantes santafesinos eran más veloces y llegaban por los costados, mientras que a Jorge Medina y a Esteban García se les hacía difícil recuperar en el medio, por lo que el local atacaba con superioridad numérica cuando enfrentaba a la línea de tres del “Cervecero”. Así fue como a los 9 minutos, Martín Zapata apareció solo en la derecha, se metió en el área y remató por arriba perdiendo un gol increíble. Quilmes sólo encontraba claridad con los desbordes de Diego Sequeira, como a los 13, cuando el carrilero metió un centro atrás que tomó Germán Alemanno en el primer palo, remató cruzado y la pelota se fue muy cerca del palo derecho del arco de Unión. El partido era dinámico y de ida y vuelta, pero era el local el que tenía más claridad y llegaba con mayor profundidad. Y a los 21 encontró la ventaja. Marcelo Flores metió un centro desde la izquierda, Leandro Zárate anticipó a Héctor Sosa en el primer palo y con un fuerte cabezazo puso el 1 a 0. El local era un poco más y empezaba a ganar el partido merecidamente. Lejos de aflojar, Unión siguió buscando, superando a Quilmes en el medio y llegando al área. “El Cervecero” atacaba en cuentagotas, sobre todo cuando se equivocaba el fondo local. Así fue a los 24, cuando Diego Ceballos robó una pelota en el área de Unión, quedó mano a mano con el arquero Luis Assef y tapó bien el uno. Pero de a poco, Adrián Giampietri empezaba a manejar más la pelota, Sequeira seguía desbordando y “El Cervecero” emparejaba el partido. A los 45 minutos, Ceballos volvió a encontrar un balón en el área, esta vez tras una pelota parada y el adelantamiento fallido del fondo local, y Assef la mandó al tiro de esquina. Y de ese córner, a los 46, llegó el empate. Giampietri lo tiró pasado desde la derecha, apareció en el segundo palo Ceballos para bajar de cabeza la pelota al medio, y Héctor Sosa, como venía, la tomó de zurda para clavar la pelota abajo, contra el palo izquierdo del arquero: 1 a 1. Unión sacó del medio y se acabó el primer tiempo. Quilmes lo terminó empatando de manera merecida, cuando había emparejado el partido, aprovechando los errores del fondo local. Aunque después de cuarenta y cinco minutos, daba la sensación de que Unión se iba a los vestuarios dejando una imagen más sólida que la del “Cervecero”.
Mejoría y seguridad
En la segunda mitad Quilmes salió decidido a ser protagonista, sobre todo con la confianza del gol convertido sobre el final de la primera etapa. Pero una vez más Unión iba a buscar y comenzaba a aproximarse al área cervecera. Quilmes se defendía bien y salía de contraataque. A los 12 llegó Unión, con una media vuelta de Zárate que tapó bien Marcelo Pontiroli. Luciano Rodríguez ingresó por Alemanno para buscar variantes en ataque, y un rato más tarde Damián Musto ingresó por un agotado Sequeira. El partido era parejo pero nada aburrido, porque ninguno de los dos se conformaba con el empate y se hacía de ida y vuelta. A los 24 lo tuvo Quilmes, cuando Luciano Rodríguez metió un centro desde la derecha, cabeceó Ceballos y Marcelo Mosset sacó la pelota en la línea. Giampietri, cansado, le dejó su lugar a Juan Olivares. Quilmes seguía siendo peligroso en los contraataques, más allá de no ser quien tenía más la pelota. Unión avanzaba tímidamente, y la última línea cervecera sacaba todo. A los 32 volvió a llegar el local, cuando luego de un centro de la derecha, Ignacio Canuto apareció solo y cabeceó afuera. Pero a cada ataque de Unión, le sobrevenía uno del “Cervecero”. Contra de Quilmes, Luciano Rodríguez le bajó la pelota en el área a Olivares, el remate se desvió y se fue cerca. En los minutos finales, lejos de conformarse con el punto, los dos fueron a buscar la victoria, pero quizás fue Quilmes quien terminó siendo un poco más incisivo y generando las jugadas de mayor peligro, aunque no le alcanzó para ganar y el encuentro se terminó en empate.
El empate fue un resultado justo, porque Unión fue más en el primer tiempo y Quilmes lo superó en el segundo. Al desorden y la falta de ideas de la primera parte, le sobrevino la claridad, seguridad, concentración y oportunismo del equipo en el segundo tiempo. De haber estado más acertado en los ataques, lo podría haber ganado. Pero en definitiva el 1 a 1 le terminó sentando bien al partido.
El mejor del “Cervecero” fue Walter García, que estuvo muy seguro en defensa. También fue bueno lo de Héctor Sosa, el sacrificio de Diego Ceballos y el primer tiempo de Diego Sequeira. Quilmes termina el año bien arriba, segundo y a sólo dos puntos de San Martín de Tucumán. Chacarita, si le gana a Almirante Brown, lo alcanzará en puntos, pero la diferencia de gol mantiene a Quilmes en el segundo puesto, posición que de poder mantenerse seis meses más decretará el ascenso a Primera División. Aunque claro, para eso todavía falta mucho.
