lunes, mayo 12, 2008

Quilmes volvió a perder, Almirante Brown le ganó 2 a 0

Se empieza a olvidarse de la palabra ascenso .
El partido comenzó con un Quilmes dispuesto a ganarle de mano a un necesitado Almirante, y lo fue a buscar primero. Y en el primer cuarto de hora, fue El Cervecero el que hizo mejor las cosas. Si bien el partido era parejo, Quilmes era más claro, tenía mayor iniciativa y jugaba en campo rival, mientras que Almirante apostaba a algún que otro contraataque.
Quilmes iba con mucha gente, con las constantes subidas de los laterales. Sebastián Luna, el joven debutante en el lateral izquierdo, se iba demasiado, y Santiago Pérez, delantero del local, le ganaba las espaldas, empezando a transformarse en un problema con su velocidad. En la primera en la que apareció, se metió en el área, remató y Marcelo Pontiroli tapó bien.
Quilmes seguía siendo más claro, hasta que a los 20 minutos apareció el error de cada fin de semana. Esta vez, la pelota cayó en el área por la derecha, Diego Sequeira se complicó y no pudo despejarla, lo apuraron y el balón salió para el medio del área, donde estaba esperando Walter Díaz, que metió un bombazo y puso el 1 a 0. Cinco minutos más tarde, Pérez volvió a ganar en velocidad por la derecha, superó a Walter García que se durmió, y cuando iba a enfrentar a Pontiroli, el defensor lo tocó de atrás: penal. A los 27 Germán Basualdo lo cambió por gol y Quilmes pasó a perder 2 a 0. Segundo error, segundo gol.

MANZANARES POR SEQUEIRA Y DEFENSA NUEVA
A los 30, el entrenador cervecero José María Martínez decidió cambiar la defensa, que estaba jugando muy mal. Sequeira dejó la cancha por Andrés Manzanares.
Luna pasó al lateral derecho, Alfredo González Bordón se ubicó como lateral izquierdo y Manzanares fue de primer marcador central. La última línea mejoró un poco, pero el problema era el de siempre. Quilmes, en desventaja, comenzaba a ir como podía, con mucha gente, desorden y pocas ideas. El único que aportaba claridad era Adrián Giampietri, pero no alcanzaba. Y así, se fue el primer tiempo con un Quilmes que prácticamente no pudo generar peligro en el arco rival, y que se iba al vestuario perdiendo por errores propios.

SEGUNDO TIEMPO
En la segunda mitad, Luciano Rodríguez ingresó por Raúl Gorostegui y el equipo pasó de pararse 4-4-1-1 a un 3-4-1-2, con el adelantamiento de Luna como carrilero izquierdo, Juan Olivares como carrilero derecho, y con Walter García sobrando, y Manzanares y González Bordón como stoppers.
Y más allá de la voluntad de los jugadores de Quilmes, dio la sensación de que la segunda etapa estuvo de más. Porque Almirante tenía dos goles de ventaja, aprovechaba la desesperación de Quilmes y manejaba la pelota con tranquilidad.
Cuando El Cervecero la recuperaba, trataba de ir, aunque no era claro salvo cuando la pelota pasaba por los pies de Giampieri. Fue El Máquina el que tuvo la primera de Quilmes, a los 5 minutos, con un remate que tapó bien el arquero Cristian Campestrini.
A los 10 contestó el local, con un tiro libre de Basualdo que tapó Pontiroli. A los 19 ingresó Diego García por Olivares en la derecha, buscando más velocidad. Pero el único claro seguía siendo Giampietri, que a los 32 construyó una pared con Enzo Kalinski, el volante se metió al área y Sergio Meza Sánchez lo derribó: penal. Pero la suerte de Quilmes a la hora de convertir sigue esquiva. Porque pateó Pontiroli y tapó Campestrini, y en el rebote le volvió a quedar al uno cervecero y volvió a tapar Campestrini. La última de riesgo para Quilmes fue de Diego Ceballos, que por única vez en todo el partido pudo recibir con claridad en el área, remató de media vuelta pero tapó el arquero.
Esa fue la última, porque a pesar de las ganas, de los desbordes del chico Luna, de la subida de Diego García y de los intentos de Giampietri de poner la pelota contra el piso, no se pudo generar más nada. El árbitro pitó el final y Quilmes volvió a perder dejando una pálida imagen.