Se perfila como gran animador del campeonato.
El gol Cervecero lo convirtió Luciano Rodríguez a los 22 de la primera etapa, se impuso con justicia y Pontiroli, otra vez figura, lleva 315 minutos con la valla invicta.
La gente de Quilmes se fue feliz por la actuación y el triunfo de su equipo.
Ganó un partido que en la previa aparecía bravo, y lo hizo sin dejar dudas se quedó con los tres puntos
gracias a un gran gol de Luciano Rodríguez. El arranque fue parejo, con Quilmes queriendo pararse en campo rival, aunque los cordobeses no parecían resignados a perder protagonismo. Poco a poco el local impuso su juego. Una buena de presión de los volantes mas adelantados como Esteban García y Juan Olivares le permitieron al Cervecero recuperar rápido la pelota y colocarse ene posición de ataque. No se generaron muchas situaciones de gol, pero esa actitud terminó asfixiando al rival que se equivocó mucho en el manejo del balón.
A los 22 minutos se quebró el marcador. Una buena acción de Olivares en el sector derecho, la habilitación para Luciano Rodríguez, y el mendocino que hizo todo bien para que la jugada terminare en gol, se sacó la marca pasando la pelota de pie a pie y sacó el remate con la bomba justa para inflar la red y hacer inútil la estirada de Brasca.
Con el marcador a favor el Cervecero manejó el trámite, pero pese a ello, Marcelo Pontiroli tuvo que respondes con salvadas providenciales que con un arquero normal hubieran terminado en goles de Miralles.
En el epilogo, la idea de presionar y tocar rápido siguió instalada. Los cambios dieron oxigeno, aunque esta vez no tantos dividendos como ante Almagro. Giampietri ingreso por Alemanno aportando pausa pero sin explosión. Olivares pasó de punta y perdió peso por lo que terminó reemplazado por Sergio Marclay, desgastado en el sacrificio, aunque tampoco pudo desnivelar de tres cuartos hacia adelante.
Algunas llegadas claras como una chilena de Marclay en el área chica que se fue apenas desviada, le hubiesen quitado suspenso a un final que tuvo el típico final dramático de un partido que se define por la mínima diferencia.
La velocidad y el buen juego de Emmanuel Rivas le permitieron a un Talleres jugado en ataque con el defensor Julián Maidana jugando de centrodelantero, tirar un par de tiros de esquina como para inquietar al público que explotó con el pitazo final de Toia, sabiendo que el equipo no lució, pero se llevó un partido de esos que hay que ganar si se quiere ser protagonista.
Síntesis:
Quilmes (1): Pontiroli 8; González Bordón 6, Walter García 6, Sosa 6; Sequeira 6, Musto 6, Esteban García 7, Gorostegui 7; Olivares 6 (70´ Marclay); Alemanno 5 (55´ Giampietri 5) y Luciano Rodríguez 6 (75´ Ceballos). DT: Alberto Fanesi. Suplentes: Agustín Gómez, Manzanares, Medina, Schmidt.
Talleres (0): Brasca 5; Alvarez 5, Maidana 5, Torsiglieri 5, Rivera 4 (62´ Emanuel Rivas 6); Dolci 4, Basualdo 4 (62´Buffarini 5), Rimoldi 4, Quiroga 5; Miralles 5 (82´ Cuevas) y Borghello 5. DT: Salvador Capitano. Suplentes: Grosso, Gill, Azcurra, Alexis Cabrera.
El gol Cervecero lo convirtió Luciano Rodríguez a los 22 de la primera etapa, se impuso con justicia y Pontiroli, otra vez figura, lleva 315 minutos con la valla invicta.
La gente de Quilmes se fue feliz por la actuación y el triunfo de su equipo.
Ganó un partido que en la previa aparecía bravo, y lo hizo sin dejar dudas se quedó con los tres puntos
gracias a un gran gol de Luciano Rodríguez. El arranque fue parejo, con Quilmes queriendo pararse en campo rival, aunque los cordobeses no parecían resignados a perder protagonismo. Poco a poco el local impuso su juego. Una buena de presión de los volantes mas adelantados como Esteban García y Juan Olivares le permitieron al Cervecero recuperar rápido la pelota y colocarse ene posición de ataque. No se generaron muchas situaciones de gol, pero esa actitud terminó asfixiando al rival que se equivocó mucho en el manejo del balón.A los 22 minutos se quebró el marcador. Una buena acción de Olivares en el sector derecho, la habilitación para Luciano Rodríguez, y el mendocino que hizo todo bien para que la jugada terminare en gol, se sacó la marca pasando la pelota de pie a pie y sacó el remate con la bomba justa para inflar la red y hacer inútil la estirada de Brasca.
Con el marcador a favor el Cervecero manejó el trámite, pero pese a ello, Marcelo Pontiroli tuvo que respondes con salvadas providenciales que con un arquero normal hubieran terminado en goles de Miralles.
En el epilogo, la idea de presionar y tocar rápido siguió instalada. Los cambios dieron oxigeno, aunque esta vez no tantos dividendos como ante Almagro. Giampietri ingreso por Alemanno aportando pausa pero sin explosión. Olivares pasó de punta y perdió peso por lo que terminó reemplazado por Sergio Marclay, desgastado en el sacrificio, aunque tampoco pudo desnivelar de tres cuartos hacia adelante.
Algunas llegadas claras como una chilena de Marclay en el área chica que se fue apenas desviada, le hubiesen quitado suspenso a un final que tuvo el típico final dramático de un partido que se define por la mínima diferencia.
La velocidad y el buen juego de Emmanuel Rivas le permitieron a un Talleres jugado en ataque con el defensor Julián Maidana jugando de centrodelantero, tirar un par de tiros de esquina como para inquietar al público que explotó con el pitazo final de Toia, sabiendo que el equipo no lució, pero se llevó un partido de esos que hay que ganar si se quiere ser protagonista.
Síntesis:
Quilmes (1): Pontiroli 8; González Bordón 6, Walter García 6, Sosa 6; Sequeira 6, Musto 6, Esteban García 7, Gorostegui 7; Olivares 6 (70´ Marclay); Alemanno 5 (55´ Giampietri 5) y Luciano Rodríguez 6 (75´ Ceballos). DT: Alberto Fanesi. Suplentes: Agustín Gómez, Manzanares, Medina, Schmidt.
Talleres (0): Brasca 5; Alvarez 5, Maidana 5, Torsiglieri 5, Rivera 4 (62´ Emanuel Rivas 6); Dolci 4, Basualdo 4 (62´Buffarini 5), Rimoldi 4, Quiroga 5; Miralles 5 (82´ Cuevas) y Borghello 5. DT: Salvador Capitano. Suplentes: Grosso, Gill, Azcurra, Alexis Cabrera.
